12 Ene Rey Mango
Escribe: Isaac Bigio.
En enero 1535, los españoles fundaron en Lima la Ciudad de los Reyes. Paradójico nombre, pues nunca en esta ha vivido un monarca y ya allí no se festeja al día de los reyes magos. Para buscar revertir esta aberración al nuevo alcalde se le ha ocurrido un gran ideón.
Ahora él mismo se va a autoproclamar el rey del mango. A pesar de que él no ha cumplido con sus 10,000 motos policiales o cualquiera de las obras que prometió, porque dice «no jodan, no me han dejado ningún mango», él ha logrado producir muchos mangos.
Ahora hay tanto dinero que acaba de hacer otra promesa: va a trasformar a la Av. Abancay en un parque y todo el tráfico que pasa por esta ira por un extenso túnel. ¿Cómo harán los pasajeros de los micros para aguantar tanta contaminación subterránea? Porky dirá que es una forma de hacer turismo y recordar que pasan debajo de la Inquisición.
¿Cómo haría con todas las calles que atraviesan hoy esa avenida? ¿Y qué haría tara llegar al barrio chino donde se vende tanto pan chancay? ¿Por qué no hacer un mega-túnel que conecte a este con una mega-carretera que llegue hasta el mega-puerto que los chinos están construyendo en Chancay?
¿Y como le llamaríamos a este nuevo parque? ¿El Par-Por (parque de Porky)? ¿O, para quedar bien con Boluarte, que es apurimeña, le bautizaríamos como Bolu-Par? ¿O, mejor haríamos un paseo como el de la Perricholi y le llamaría Dina, la matacholis? ¿Y qué tal si en la parte que da al Congreso construimos otra piscina con arena, para que el jefe de la bancada porkista se entretenga como almirante de pileta?
¿Y si en este parque sembramos mango, para que todos limeños se dejaran de quejar y tuviesen un «huevo de mangos»?
¿Y para que la gente se transporte de uno a otro lado de este corredor verde, por qué no se llena este de sus carruajes coloniales? Porky propuso que estas fuesen conducidas por caballos de paso, pero como estos no están adaptados para ello, mejor sería que fuesen jaladas por cerdos, que luego se puedan comer al paso. Esperemos que esa vía verde llegue hasta la plaza de Acho, para que cuando allí arriben esas porky-carrozas, los toros las reciban con capas rojas que digan «vaca al cerdo».
Isaac Bigio. Politólogo economista e historiador con grados y postgrados en la London School of Economics & Political Sciences.
