07 Feb COMPRA DE FIRMAS, SERÁ TENDENCIA
INTERNATIONAL LAW FIRM
Son dos las razones que dotan de una especial trascendencia a la integración de RCD en el bufete británico DWF, operación comunicada el pasado mes de diciembre, por un valor de 50,5 millones de euros. La primera es que afecta a una de las firmas punteras y más pujantes de la zona media del sector legal hispanohablado (las que superan los 20 millones de euros anuales de facturación). La segunda es que materializa el aterrizaje en Madrid de un nuevo despacho anglosajón a través de la compra o absorción de uno local, un movimiento que muchos gurús del sector auguran que será tendencia en los próximos años.
Como describe con humor Ignasi Costas, uno de los tres socios fundadores de RCD (ahora DWF-RCD) junto con Adolf Rousaud y José María Durán, el proceso de integración se ha cocinado a fuego lento, superando con éxito todas las etapas del amor. La colaboración empezó en el verano de 2018. La buena sintonía les condujo a dar un paso más y suscribir un acuerdo de best-friends en mayo del año pasado. Y, finalmente, hace unas semanas «el noviazgo ha acabado en matrimonio».
«Ha sido un proceso natural en el que hemos ido dando los pasos a la vez», relata Costas, que destaca, como factores decisivos para decidir la integración, el «respeto» mostrado por DWF, la ambición que comparten ambas organizaciones y la permeabilidad de la firma británica a realizar cambios y mejoras en su forma de hacer las cosas. «Valoran mucho lo que hemos construido en RCD. Éramos emprendedores y seguimos siendo emprendedores. Compartimos muchos valores y siempre ha existido un gran respeto recíproco», subraya.
Con 40 socios y hasta 400 profesionales repartidos entre sus tres despachos de Barcelona, Madrid y Valencia, RCD ha sido una de las firmas nacionales que más ha crecido en los últimos años. En solo un lustro ha logrado duplicar su facturación: de los 16,7 millones de 2014 a los 35,7 millones de hace dos ejercicios. Sin poder avanzar las cifras de 2019, Costas si subraya que ha sido un «buen año». Otro más. Hay que mirar muy atrás para encontrar un crecimiento que baje del 15% anual.
El futuro de las siglas
Completar el proceso de integración de las estructuras y homogeneización de los métodos de trabajo aún requerirá entre año y medio y dos años. Lo que no planteará problemas, avanza Costas, es la desaparición de las siglas RCD, cuestión que puede parecer menor, pero que ha llevado al traste no pocas fusiones de despachos. «Habrá un tiempo de transición. Cuando cambiamos el nombre de Rousaud Costas Durán a RCD ya habíamos asumido que este es un proyecto que va más allá de nosotros tres», reflexiona. «Tengo apego a la marca porque hemos conseguido que tenga reputación y unos valores muy marcados, pero no tengo ningún problema que desaparezca la C».
Los efectos del enlace se han sentido de inmediato. «En estas semanas hemos tenido un aluvión de trabajo», explica. Y no solo de clientes o temas concretos que ahora también llegan desde el Reino Unido, Singapur o Dubái, sino también «proyectos macro en los que hay involucradas muchas jurisdicciones y equipos de distintos países».
¿Qué espera DWF de RCD? Entrar en el mercado español de la mano de un actor muy potente (nuestro país es el segundo en número de abogados de DWF-RCD tras el Reino Unido) y abrirse las puertas de Latinoamérica, región en la que, de momento, la firma no tiene una presencia relevante.
Los planes en España, por su parte, no varían demasiado. «Seguimos con nuestra vocación de crecer y de atraer al mejor talento», remarca Costas. De hecho, hace solo unos días el despacho anunció la incorporación de Gerard Pérez, nuevo socio del área de competencia. Tampoco descarta la apertura de nuevas sedes. «Si la oportunidad aparece, DWF no nos ha planteado ninguna limitación en ese sentido».
Sobre si la integración de RCD en DWF es la primera de otras que están por venir, Costas cree que sí, pero, en contra de lo que vaticinan muchos gurús, no cree que sea un proceso imprescindible. «Las firmas medianas pueden seguir su camino sin necesidad de unirse a otras más grandes. Nosotros no teníamos que fusionarnos, lo hicimos porque quisimos. Era el momento propicio para salir de nuestra zona de confort».
CLAVES DE LA INTEGRACIÓN
Permanencia. Uno de los elementos más llamativos de la operación es el pacto de permanencia de cinco años suscrito por los socios de RCD. Una condición que aparecía en la comunicación hecha pública por DWF, y que pretende lanzar un mensaje de permanencia y estabilidad a los inversores, y que refuerza la idea de que la abogacía es un negocio cuyo principal capital (al menos, de momento, aunque no tiene visos de cambiar) es el humano.
Firma cotizada. El hecho de convertirse en una organización sometida las exigencias de una cotizada, para Costas, no variará demasiado en relación a la información que deberán aportar. «Los reportes no serán muy distintos a los que ya hacemos internamente», reflexiona. Lo que sí piensa que puede ser diferencial, especialmente para la atracción del talento, son los planes de incentivos vinculados al valor de la compañía. Un mecanismo único en España y que, sin duda, afirma, servirá de motivación, más allá de los instrumentos tradicionales de los que han dispuesto las firmas.
El acuerdo, en cifras. Tal y como hizo público DWF en la nota en la que anunciaba el acuerdo, la compra asciende a 50,5 millones de euros (entre dinero y acciones) y, como parte de la transacción, asume los 5,6 millones de euros de deuda de RCD. Inicialmente, el bufete abonó 7,4 millones en efectivo y 27,6 en acciones; otros 15,5 millones se abonarán en diferido y sujetos a rendimiento.
EL ACUERDO
El acuerdo supone un nuevo paso en la estrategia de crecimiento y evolución de ambas firmas. Con este acuerdo, las dos firmas unen fuerzas. RCD se convierte en la oficina española de la firma global DWF, con la que ha venido colaborando estrechamente en los últimos meses a través de un acuerdo de «best friends«.
Esta operación aumenta la cobertura de DWF a 31 ubicaciones a nivel mundial. La nueva organización operará bajo la marca de DWF-RCD y tanto Adolf Rousaud como Ignasi Costas, fundadores de RCD y socios codirectores, han sido nombrados miembros del Comité Ejecutivo para Europa Continental. Además, Ignasi Costas, ampliamente reconocido como experto en el ámbito de la innovación, ha sido invitado a unirse al consejo de DWF Ventures y de DWF Connected Services.
Las oficinas españolas darán acceso a DWF a una amplia red de conexiones en Latinoamérica y Portugal. DWF nació en el norte de Inglaterra en 1977 como Davis Wallis Foyster y ha experimentado un rápido crecimiento en la última década, convirtiéndose en uno de los negocios legales líderes en Reino Unido. En marzo de 2019, DWF se convirtió en el primer bufete en cotizar en el Main Market de la Bolsa de Londres y su salida a bolsa fue la única al Main Market en el primer trimestre de 2019.
El acuerdo supone un paso adelante en la trayectoria de RCD, que permitirá a la firma continuar creciendo y liderando proyectos importantes en el futuro de la mano de un despacho con valores y características afines, como una visión orientada a las personas, un espíritu emprendedor y una apuesta por la tecnología. Asimismo, RCD amplía su propuesta de valor para sus clientes y profesionales, con la incorporación de nuevos servicios y capacidades. Adolf Rousaud, socio codirector de RCD, afirma: “Nos llena de satisfacción abrir un nuevo capítulo en la historia de nuestro despacho, al expandir nuestro alcance internacional».
Ignasi Costas, socio codirector de RCD, declara: “Compartimos muchas sinergias con DWF desde un punto de vista de valores y forma de trabajar. Se trata de un negocio legal que, como nosotros, destaca año tras año por su innovación y apuesta por la tecnología, lo que tiene un impacto directo tanto internamente como para sus clientes. Estamos seguros de que esta decisión generará muchas oportunidades para nuestros clientes y profesionales». Andrew Leaitherland, CEO de DWF Group PLC, afirma: «Nuestra estrategia de expansión internacional está impulsada por nuestro objetivo de satisfacer las demandas de nuestros clientes en cualquier parte del mundo. Con nuestra expansión en una ubicación clave como España, no solo ofreceremos nuevas oportunidades a sectores clave como el asegurador, el inmobiliario y el financiero, sino que, además, proporcionaremos puertas de entrada estratégicas y de crecimiento a otras zonas, así como a mercados internacionales claves, como Portugal y Latinoamérica». «En RCD hemos encontrado un socio que comparte nuestra misión de hacer las cosas de manera diferente y aprovechar la tecnología para afrontar los desafíos del sector legal en el futuro».